Ibiza, 18 de Septiembre de 2014                           Feria

Artesanos de fiesta pero en pie de guerra

La Fira de Sa Tardor abre puertas con buenas perspectivas pero con críticas al bloqueo de los exámenes para obtener la carta profesional

A un año de cumplir veinte ediciones, la Fira de Sa Tardor, que organiza la Pimeef, abrió puertas ayer por la mañana repleta de público. Buenas perspectivas de ventas que no obvian un grave problema: 200 artesanos de la isla están a la espera de que se reanuden los exámenes para obtener la carta profesional que les permite trabajar, un proceso que lleva «dos años parado», denuncian.

LAURA FERRER ARAMBARRI | IBIZA La presencia de decenas de cruceristas en el centro de Vila animó ayer la apertura de puertas de la XIX edición de la Feria de Artesanía de Sa Tardor, donde más de una veintena de artesanos asociados a la patronal Pimeef muestran sus trabajos en cuero, cerámica, plata, vidrio y todo tipo de materiales. Una jornada de celebración pero también de reivindicación porque este colectivo sigue en pie de guerra por el bloqueo de los exámenes para obtener la carta de artesano, necesaria para trabajar en mercados regulados. Así lo explica José Antonio Pérez Lavara, presidente de la Asociación de Artesanos, que lamenta que el colectivo no tenga acceso a este permiso por los problemas que acarrea. «Antes este título se sacaba en Palma, donde había una comisión balear, pero las competencias se cedieron a Ibiza hace dos años y hasta el momento no se ha movido nada, se ha quedado congelado todo el proceso, no hay examinadores», lamenta el artesano, que espera que el proceso se reanude en breve. Justo ayer recibió un mensaje del Consell al respecto, que avanza que pronto se sentarán las bases para la selección de los cargos de la comisión de selección. «Más de 200 personas están en lista para examinarse», apunta. El no contar con esta carta de artesano impide a muchos de estos profesionales acudir a ferias fuera de Ibiza «que exigen esta documentación», alerta el artesano.

Talleres en vivo   En los puestos de la Fira de Sa Tardor no solo se puede curiosear y comprar objetos únicos sino que también hay talleres en vivo, como el de Judith Serra en su puesto ´Arte de fuego´. Grandes y pequeños pueden crear sus propios trabajos esmaltados y cocerlos en un pequeño horno que ha instalado en la carpa para la ocasión. «Esto es alquímico total, una técnica de origen fenicio», explica Serra, que acude con esta propuesta a la feria desde 2002. «Los niños son siempre los que más se animan, están más dispuestos a jugar y les encanta la idea de llevarse una pieza hecha por ellos mismos en lugar de una ya elaborada», apunta la artesana, una entusiasta de su trabajo que no parece estar cansada después de una larga temporada alta que consume muchas energías a estos profesionales. Así, la Fira de Sa Tardor llega al final del verano como un aliciente más para los turistas que escogen estas fechas para visitar la isla.

«La temporada no ha sido mala pero no todo lo buena que tendría que ser», apunta el presidente de la asociación, que cree que el hecho de que el aumento de turistas no se corresponda con un incremento de ventas se debe a que «el turista medio en la isla tiende a desaparecer». «O hay gente de un nivel altísimo o gente de botellón, parece que el turista medio que alquilaba un coche, que comía en un restaurante normal y compraba en los comercios ha bajado», dice. Y eso afecta al tipo de producto que ofrece el artesano. De todos modos, el balance no ha sido malo, sobre todo para los que ofrecen un producto diferente y de buena calidad. Precisamente la carta de artesano permite a estos profesionales diferenciarse de lo que se denominan ´revendedores´, que son los vendedores que compran sus piezas fuera de la isla, por todo el mundo, para comercializarlas en los mercadillos.

De los 22 puestos de la feria, 17 son de artesanos de la isla y hay también invitados de fuera. «Pero los de Ibiza tienen siempre prioridad», explica el presidente del colectivo. Además, este año la Colla de Sa Bodega tiene un estand donde ofrece talleres en vivo de elaboración de artesanía tradicional ibicenca.

También hay puestos de gastronomía de la isla, con productos como quesos y hierbas ibicencas, además del tradicional kiosko de pan, vino y embutidos de la tierra que monta cada año Companatge.